Premio a la idea más «fresca» para un hermoso jardín biodiverso

«Aumentar la biodiversidad en nuestro jardín no resultó demasiado difícil. Es maravilloso ver que nuestro jardín es un lugar agradable tanto para personas como para animales», comenta Pacal Meyer al contemplar el terreno en torno a su casa. Junto con su familia, el Product Compliance & IP Manager de SEKISUI Alveo AG se mudó el año pasado a una casa construida hace 20 años. Por desgracia, el jardín de la casa también parecía diseñado hace 20 años: no había flores, ni insectos ni otros animales. La familia decidió enseguida invertir en una remodelación profesional para convertir el «jardín clásico» en un «jardín natural», con espacios de recreo para la familia y zonas para todo tipo de animales.

«Mientras que un jardín clásico suele ser muy limpio, con la hierba y los árboles bien cortados y sin ningún tipo de malezas, un jardín natural trata de aumentar la biodiversidad, lo que trae consigo muchos beneficios», explica Pascal.

Con la ayuda de un equipo especializado, la familia sembró pradera , que solo tiene que cortarse dos veces al año, pero que favorece el crecimiento de una gran variedad de flores, como las zanahorias silvestres, las amapolas y los dientes de león. Pascal disfruta mucho observando la variada flora de su jardín, tanto como observando los pájaros que anidan en el seto.

Y los pájaros no están solos. Hasta ahora, el jardín remodelado cuenta con unas 55 abejas silvestres, un erizo y una salamandra que se esconde en los muros de piedra por el día. Además, hay varios insectos muy beneficios para el jardín. «Es muy interesante observar los insectos de nuestro jardín y a veces puedes presenciar momentos fascinantes, en especial si una mariposa se posa en la cabeza o la mano de alguno de los niños».

Pascal y su familia también querían cultivar sus propias frutas y verduras en el jardín y ahora ya pueden recolectar manzanas, bayas y todo tipo de verduras. La biodiversidad del jardín contribuye a reducir el uso de fertilizantes, de modo que la familia no los necesita para conseguir una buena cosecha.

Con el fin de tener también espacios de recreo para la familia, crearon una pequeña área de juegos para los niños, con un arenero, un árbol para trepar (para lo que utilizaron un viejo árbol cortado) y algunas tablas de equilibrio y de escalada. Además, hay una cocinita exterior para hacer «pasteles» de arena, tierra y todo tipo de hierba y flores. La reconstrucción del jardín fue un verdadero proyecto familiar y todos disfrutan de este nuevo espacio. Al tiempo que pasan la primavera y el verano por segundo año en su nuevo jardín, la familia quiere añadir más plantas y flores, y está pensando en construir cajas para pájaros, refugios para murciélagos y hoteles para insectos.

Aparte de su jardín biodiverso, Pascal y su familia son conscientes de otros aspectos importantes para mejorar el medio ambiente. Intentan evitar los residuos en la medida de lo posible, reciclan en casa, utilizan la calefacción con prudencia y siempre se lo piensan dos veces antes de utilizar el coche. Uno de los próximos proyectos es sustituir el actual sistema de calefacción a base de gasóleo por una bomba de calor y una instalación fotovoltáica. «Los aspectos medioambientales son difíciles de entender y no podemos cambiarlos de inmediato. Sin embargo, si todos ponemos un poco de nuestra parte en la medida de lo posible, entre todos podemos cambiar las cosas».