En la sección «Un día en la vida» se presenta a empleados de SEKISUI de toda Europa en su vida laboral cotidiana. En esta ocasión, Margarita Negrete Rodríguez, de Sekisui Specialty Chemicals Europe en Tarragona, nos ofrece algunas impresiones de su trabajo diario y su vida personal.
Margarita Negrete Rodríguez, de 45 años, trabaja para Sekisui Specialty Chemicals Europe desde hace 22 años. En la actualidad es Jefe del Laboratorio. En su tiempo libre le encanta bucear. Su afición la ha llevado ya a lugares tan diversos como Indonesia, Malasia, Egipto, Honduras o Filipinas. Fuera del agua, disfruta compartiendo su tiempo con su marido y su hijo de cuatro años. Van a patinar juntos o a hacer senderismo por la montaña. Hace poco volvieron de un viaje a la nieve. Viven en Tarragona, donde también vive el resto de la familia de Margarita.
Cómo llegó a ser jefa de laboratorio
Ya de niña sabía que le gustaba el trabajo de laboratorio. Por eso, cuando terminó el instituto, estudió Química con idea de trabajar en un laboratorio en el sector industrial. Al finalizar sus estudios, con 23 años, empezó a trabajar en la planta de Tarragona como estudiante en prácticas. Al terminar su periodo de prácticas, aceptó una oferta de trabajo en el departamento de mantenimiento. Solo nueve meses después, volvió al laboratorio. En ese puesto, Margarita estuvo haciendo análisis durante un par de años. Con el paso del tiempo se le fueron asignando cada vez más tareas y responsabilidades, hasta que finalmente se hizo cargo del laboratorio.
En la actualidad, lidera un equipo de cinco personas. Mientras que cuatro analistas realizan análisis de control del proceso y producto final a turnos, una persona a turno normal se encarga del desarrollo de nuevos productos y de las reclamaciones de los clientes. Pese al reducido número de personas, el equipo es muy diverso en edad y experiencia. «Por un lado, hay dos hombres que trabajan aquí desde hace 20 años. Por otro, dos chicas jóvenes se unieron al equipo hace dos años porque otras dos personas se habían jubilado».
Los nuevos retos y las tareas cotidianas
Lo que más le gusta de su trabajo es el desarrollo de nuevos productos. «Recibimos las fórmulas para nuestros nuevos productos del centro tecnológico de EE. UU. No obstante, también participamos activamente en el desarrollo de nuevos productos para la producción industrial. Y esto resulta muy gratificante». Gracias a la adquisición de la empresa por parte de SEKISUI en 2009 hemos podido centrarnos en el desarrollo de nuevos productos. «Desde 2009 nuestra producción se ha movido hacia el campo de las especialidades dejando a un lado los productos estándar. Esto es muy positivo, ya que te permite salir de tu rutina diaria y afrontar nuevos retos».
No obstante, el trabajo diario de Margarita se compone también de rutinas, por supuesto. Aparte de las tareas especiales, su día de trabajo resulta bastante normal, con rutinas periódicas como revisar los análisis del proceso o del producto final. «Producimos alcohol polivinílico, que se utiliza en diferentes ámbitos de aplicación, como por ejemplo el sector textil o del papel. Sin embargo, principalmente producimos un grado de Alcohol polivinilico, que lo utiliza otra empresa del grupo SEKISUI como materia prima para el film de los parabrisas de los coches».
El comienzo de un día típico de trabajo
En un día típico de trabajo, el padre de Margarita llega a su casa a las 7:00 de la mañana. Levanta a su hijo y lo lleva a la escuela Jigsaw British School. Margarita tarda unos 10 minutos en coche hasta el trabajo y suele llegar a la planta a las 7:30. Lo primero que hace es coger los papeles que le han dejado los analistas en su mesa con los análisis realizados el día anterior. A continuación, se reúne con Elena, Ayudante Técnico del Laboratorio desde hace tres años, para programar los trabajos que se van a realizar durante el día.
Con esta información, Margarita asiste a la reunión diaria de la planta, que tiene lugar a las 9:00 de la mañana. En ella, empleados de diversos departamentos, como producción, mantenimiento, seguridad o medio ambiente, se reúnen para comentar como ha estado la Planta durante las 24h anteriores. «Como somos poca gente, tenemos mucha interacción entre los departamentos. Por ejemplo, tengo mucha relación con Pedro, para temas relacionados con Producción. Pero también estoy en contacto con Luis Miguel o con Juan Carlos para temas de Mantenimiento entre otros».
En la pared de la sala de reuniones hay una placa del encuentro KAIZEN de 2010. «En la planta de PVOH (alcohol polivinilico) llevamos aplicando KAIZEN desde 2010. Tenemos una Comisión KAIZEN, de la cual soy la responsable. El equipo que representó a Tarragona en la competición europea 2010 consiguió el segundo lugar».
El café mueve el mundo
Al final de la reunión de planta, Margarita se toma un breve descanso en la máquina de café. Allí se encuentra con compañeros de diferentes departamentos. «La máquina de café es algo así como el punto de encuentro. Normalmente, todas las personas que asisten a la reunión de la planta bajan a tomar un café». Una máquina expendedora también «adorna» la sala. «Tiene un surtido de lo más saludable», bromea uno de los compañeros. «Se pueden comprar chocolates de todo tipo. Pero, por supuesto, ninguno de nosotros, y me incluyo, la usa. Por eso la máquina está siempre casi vacía».
Reunión con Iñaki
Después de la pequeña pausa, Margarita vuelve a su puesto de trabajo y mira su correo electrónico. Diariamente se reúne con su superior, Iñaki, para tratar diversos temas. Hasta la hora de comer, Margarita lleva a cabo sus tareas diarias. A la 13:00 de la tarde va a la cantina con sus compañeros. «Si hace mal tiempo, cogemos el coche. Si hace bueno, mi compañera Gloria y yo vamos andando a la cantina. Es un paseo de 15 o 20 minutos. La comida que más me gusta de allí se llama “Espardeña”. Es un plato típico catalán: pimientos y berenjenas asadas con anchoas encima de una rebanada de pan tostado con tomate».
Tiempo en familia después del trabajo
Margarita vuelve a su puesto de trabajo a las 14:00. Por la tarde, continúa con sus tareas diarias, asistiendo a reuniones y planificando las tareas pendientes. «Mi jornada de trabajo acaba a las 17:00 de la tarde». En casa le espera su hijo, que vuelve a casa del colegio a las 16.30 en autobús. «Mis padres cuida de mi hijo hasta que llego a casa. Por la noche y los fines de semana me gusta pasar tiempo con mi familia. También me gusta disfrutar de una buena lectura. Ahora mismo estoy leyendo “Historia de un canalla” de Julia Navarro. Me gusta cómo escribe».